Yo contra mi

Despierto, no escucho, mas me entero de mi entorno, el sueño se niega a dejar mi mente, nublada, en reinicio.
Mis pies se mueven solos, saben a donde dirigirse, se detienen justo donde deben hacerlo, y mis manos se unen a su danza independiente.
Aún no lo logro que sea mi mente la que controla todo, y este par de rebeldes empiezan a brincotear sobre las blancas marcas que forman las letras. Es peligroso, pueden escribir sentimientos profundos, ocultos, tal vez muy vulnerables; más no puedo hacer nada, el corazón se une a ellas, se mofan de mi, y ahí están, alegres, gozando el trabajo que hacen.
Pero no se atreverían, no. Todos ellos saben que podría ser fatídico para mi, y muestran algo de compasión, se detienen justo a tiempo, saben hasta donde puedo aguantar, más no se retractan, lo escrito escrito esta.
Y esta historia es el pan de cada día, una lucha de mi contra mi, donde el vencedor es el caído, donde arriesgarme a ganar, es jugar a perder, donde no tengo el valor de decírtelo de frente, por que no sabría que rayos decir. No se ni lo que siento, pero mis manos y mi corazón creen saberlo todo, ingenuos.
Y así seguiré, debatiéndome entre el hablar y callar, entre el sentir y guardar, entre el pensar y el amar.