22 de octubre de 2009

Momentos

Cuando levante mi vista, en medio del cielo despejado y sereno, a través de las nubes, y muy por encima de la bandada de aves parduscas que revoloteaban, pude reconocer esa marca tuya, tan personal, tan propia, tan única.

Tenia mucho que no te contemplaba de esa forma, por un momento, se esfumo a mi alrededor todo; el edificio inmenso e imponente se hizo nada, los jóvenes que, mas que hablar, gritaban lo que pensaban de sus profesores se silenciaron, las maquinas que trabajaban a marchas forzadas, operadas por un pequeño ejercito de albañiles deseosos de irse a descansar desaparecieron, y en ese pequeño instante en que me acariciaste con una suave brisa, solo estuvimos Tú y yo.

Pudo haber sido solo un momento, o toda la eternidad, pero eso no importa, por que en ese momento sin limites ni dimensiones, me recordaste quien soy, me recordaste que tu mano siempre esta ahí, que tu oído siempre esta atento, que tus ojos siempre me cuidan.

Y todo esto, gracias a que por un momento, me decidi a levantar mi mirada, creo que lo hare mas seguido. Gracias

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