3 de octubre de 2009

Cronica de recuerdos - Chrapter 1

Sentado en el techo de su casa, a mitad de la noche, contempla el panorama nocturno que ofrece su barrio. A diferencia del medio día, a esta hora luce tranquilo, algo nostálgico, casi bello.
El tranquilo silencio solamente es rasgado por el ladrido de uno que otro perro,  y a lo lejos, el resplandor fugaz y segador de los faros de un auto distraen su pensamiento.
Bienvenidos a la postal perfecta, del peor barrio.
Nuestro protagonista es Max, claro, su nombre real no es ese, pero, Que mas da como se llame? Lo mas seguro es que en el transcurso de su vida le sea cambiado el nombre infinidad de veces, y por infinidad de personas. Su estatura promedio y ojos color café, lo etiquetan a simple vista como un chico común, pero vistos de cerca, en sus ojos se refleja una mente muy inquieta.
Y esta noche esta sentado en el techo de su casa, por que simplemente no se le ocurrió nada mejor que hacer, así que se calzó sus tenis rojos, tomó una sudadera ligera, y se encaramo 3 metros mas cerca de las estrellas, había muchas cosas que pensar, y este, era el momento ideal. Los últimos meses han trastornado su vida en múltiples maneras: pero la que mas trabajo le costaba aceptar, era dejar atrás su mundo, su familia, amigos, trabajo, compañeros, sus estudios le obligaron a mudarse. De hecho, el que este en el techo, en lugar de en su cama, es una prueba de como ha afectado esto a su manera de ser, las letras de sus canciones, e incluso la melodía, ya no suenan como antes, ahora son nostálgicas, dentro de cada canción alegre, se esconde una frase triste, solitaria o melancólica.
No es que el entorno en el que vive ahora sea hostil o triste, de hecho ha logrado hacer amistades que se van fortaleciendo, su carrera le gusta, y sus maestros son... bueno, son maestros. Pero para Max, su mundo esta lejos de este techo. Aunque, no esta tan mal estar aquí, ahora; la brisa ha empezado a correr, y revuelve su cabello, justo como lo haría cualquiera de sus amigas; e incluso susurra algo a su oído, no lo distingue, pero bien pudo haber sido un "hola", o quizá una frase de aliento: "animo", no lo sabe a ciencia cierta, pero el solo consuelo le basta. Cuanto hacia desde la ultima vez que disfruto un momento viendo las estrellas? a decir verdad no lo recordaba, pero este parece un momento idóneo, valla, esta noche esta llena de momentos idóneos, y de "Por que no?'s", así que hecha hacia atrás el cuerpo, no sin antes sacudir con la mano las hojas y tierra acumuladas ahí desde la ultima vez que alguien se tomo la molestia de subir
Cuando habrá sido eso?
bah, que importa, lo importante es que ahora es el quien esta ahí, el y nadie mas, entonces, cierra los ojos y recuerda.
El lugar donde este chico nació, y vivió sus primeros años de infancia, era, a decir verdad, uno de los peores lugares donde puede crecer un niño con una mente como la suya; es exactamente la clase de lugar, donde los niños nacen para ser delincuentes o alcohólicos, o drogadictos, o incluso ( y en la mayoría de los casos) todas estas profesiones a la vez. Pero dentro de ese infierno cultural, había oasis que lo ayudaban a tener una infancia normal. Estaba, para empezar, Andrea, su prima, compañera de juego y cómplice; siendo solamente un par de años mayor que el, era la prima con la que mas se identificaba, y claro, con la que mas se divertía.
- Vente, vamos a peinar a mi abue, O que, le sacas?- . -No! no le saco, pero si llega mi tío nos va a pegar- . - No llega, y mi abue no se despierta, ya sabes que nunca se despierta a esta hora, ándale, vente-.
Como olvidar los cintarazos que se ganaban cuando los sorprendían haciendo eso, o brincando en los charcos de lluvia con el uniforme de la escuela; o cuando que daban las verduras a los perros; o cuando se cortaban el cabello entre ellos; o con tantas cosas que hacían para olvidar que estaban rodeado de humo, alcohol y violencia.
Bien pudo Max haberse convertido en un chico como sus compañeros de juego, tatuado, con una pistola enfundada en el cinturón, y con un postgrado en delincuencia y robo a mano armada; pero la vida quiso que los padres de este joven lograran salir de ese barrio antes que el fuera contaminado. Y decidieron mudarse a ciudad Esperanza, bueno, cualquiera diría que era un buen lugar para vivir, y lo era, aunque no el mejor.
Mejor me voy a dormir.
Y pensando esto se incorporo no sin cierta dificultad, e inclusive alguno que otro hueso chasquearon con el esfuerzo
uff, creo que ya estoy viejo ,
se estiro, froto sus ojos, y se volvió a estirar hasta que la espalda hizo un "clac" que acomodo huesos y músculos
Así esta mejor .
Entonces se encamino de nuevo a la barda, calculo cuidadosamente como bajar
No quieres caerte y romperte algo, verdad?
Con algo de torpeza se desentendió del techo, y entro a su habitación
Ya son bastantes recuerdos por hoy
y sin siquiera cambiare, se tumbó sobre la cama, y se forzó a dormir.

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