2 de diciembre de 2009

Carta a una desconocida.

   Ni siquiera estoy seguro de que esta carta se la escriba a alguien que exista, parece que me encargué de crear de ti una imagen casi perfecta. Me he engañado, y es hora de despertar, y de decirte lo siguiente.
 
   Las garras que hasta hace poco ejercían una presión fatal sobre mi, hoy están menguando, se debilitan, poco a poco me dejan respirar, me dejan pensar, me dejan vivir. Es reconfortante no respirar tu mismo aire, no depender de tus ojos, no temblar a tu contacto, créeme, empiezo a ser feliz.
   Y todas esas palabras que inspiraste, todos esos sentimientos que en mi engendraste, se difuminan, y vuelven a ser parte de mi, de mi esencia, de mi vida. Mi latir se independiza cada día más de tu corazón, y la adicción por el sonido de tu voz es cada vez menos enajenante. Mi sangre ya no se alborota cuando tus ojos me miran, e incluso podrías notar, si es que llegases a leer estas lineas, que las palabras que a ti dirijo son cada vez menos "poéticas".
   Mis pies están puestos en la realidad, y parece que ahora te miro con los ojos, y no con el corazón. Pero sabes, de nada de esto me arrepiento, al contrario, fue una gran experiencia, una bella sensación.
   Y si algún día tengo el valor para decirte lo que llegué a sentir por ti,  si algún día el valor me invade y te confieso algo que ya no existe, quiero que sepas que todo fue sincero, y que pudiece ser que yo mismo lo creyera.
  En fin, desconocida, quiero que sepas que fue un placer, y que lo único que espero, es que me sigas trayendo a la realidad; todo esto, con tu verdadera forma de ser, y pensar.

2 comentarios:

g dijo...

"si es que llegases a leer estas lineas"

y dale con la misma cantaleta.

ammmmm me encanto :D y es sin sarcasmo... es en serio :D


sangre alborotada jajaja

Yoali Ehécatl dijo...

oooooootsssss





es por si no leia uno, ke se enterara por el otro



jajajajaja


ok no :)