24 de diciembre de 2011

El pequeño ismael

   En estos momentos me acuerdo de aquel pequeño, uno llamado Ismael. Recuerdo cuando lloraba por que algo realmente le dolia, y cuando corría a brazos de su madre, para que le secara el llanto y le dijera que todo iba a salir bien.

   Hoy ese niño esta sentado junto a mi, acariciando mi espalda, y diciendome que todo va a salir bien. Yo ya no puedo correr con mami, pero aun puedo llorar como chiquillo.

   Se que si leen esto pueden pensar que soy patetico, y si, tal vez lo soy. Pero asi me siento, despues de años de sentirme invencible, hoy me siento muy vulnerable, me siento algo solo, me siento muy melancolico, me siento confundido, me siento triste, muy triste, me siento intranquilo, me siento... tan yo.

   Hoy no tengo ganas de corregir las faltas de ortografia, ni poner acentos, ni preocuparme por las comas. Hoy quisiera tener el poder de reparar vidas. De borrar recuerdos. De caminar en el tiempo. De ser sabio y prudente.

   Y tambien confesare que hoy quisiera poder ser visto de otra forma, de otra manera. Quisiera dejar de llorar, y que mis lagrimas no cayeran en el teclado.

   Quisiera poder decirle a este pequenio que esta mirandome extrañado, que no se preocupe, que aveces la vida sonrie, y aveces nos da la espalda. Pero sigue siendo bella, y llena de sorpresas.

   Quisiera decir tantas cosas, escribir todo lo que siento, pero la mejor manera de dejarlo salir, es asi, con unas cuantas lagrimas, lagrimas que tenian mucho sin asomarse.

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