La ultima y nos vamos!! (narración parte tres)

   La rockola nos da el adiós con sus armoniosas sinfonías, recordándonos cuanto nos ha hecho cantar, gritar, e inclusive bailar, aunque podríamos decir que alguna que otra pareja de baile que perdía el paso cada dos acordes; pero no diré que eran Alex y Perla para que no se arme un motivo de "carrilla".

   En fin, prosigamos, el reloj nos restriega la hora en nuestra cara, y apresurados nos dirigimos a dejar a nuestro amigo Emanuel a su casa (a decir verdad, vive bastante lejitos, yo estaba esperando ver el letrero de "Bienvenidos a Mexicali"), y el trayecto se hace mas ameno gracias a uno de nuestros buenos amigos, y su reacción comatosa ante el alcohol; pero ya estuvo bueno de echar de cabeza a la gente. Una vez que lo hemos dejado, regresamos diligentes a la casa de nuestra querida compañera, y la temprana claridad del alba nos da la bienvenida a un nuevo día, tengo que decir que es la primera vez que nosotros tres mirábamos el amanecer en SL, y créanme, no es tan diferente que el de Mxli. Al llegar al domicilio de perla nos encontramos con que aun no se han dormido, de hecho, para nuestra agradable sorpresa encontramos a dos bellezas mexicanas esperando nuestro regreso (queremos pensar que estaban preocupadas por que llegáramos bien, y no que estaban afuera siguiendo con el party). Los padres de la cumpleañera (aquí haré una mención especial, ya que fueron excelentes anfitriones!) nos han preparado un lugarcito para poder descansar, y así emprender temprano nuestro arduo viaje de una hora hasta Mexicali. 

   Pensaban que les diría "llegamos, nos dormimos, nos levantamos, y nos fuimos"?! Permitanme una riza jocosa: Ja!. Claro que no, les diré que fue lo que ocurrió: Llegamos, y nos acordamos que las Jello Shots no se habían acabado, así que me insistieron "bájalas, bájalas", y yo como no le puedo negar un favor a nadie, pues que voy que las bajo. Y ya con nuestro alcoholizado tentempié nos acomodamos todos en un colchoncito (muy cómodo por cierto, O es que andábamos insensibilizados por el alcohol?), y los chistes empiezan a aflorar, que si el Ñi, que si esto, o aquello; pero en verdad hay uno que se vuela la barda: el de "La rugosa"!, y no, no lo contare aqui, asi que no insistan. Poco a poco el sueño nos va venciendo, y sin saber en que momento, sucumbimos al abrazo de Morfeo.

   11 am... Que!! 11 am!! Pero si nos iríamos temprano!! bueno, que mas da, ya es tarde, No? Así que nos despabilamos un poco, desamodorramos nuestras mentes, y nos ponemos de acuerdo para ir y comer unos suculentos marisquitos. No faltó la caprichosa que insistió en bañarse antes de irse, y los cochinos que nada mas nos medio arreglamos el peinado. Así que tomamos camino hacia el restaurante de mariscos, y aquí debo señalar que nuestra anfitriona pareciera que en lugar de guiarnos, quería perdernos, maneja bastante... amm... bien. Ya en el local, un mesero algo maduro, y un poco estirado toma nuestras ordenes, y otra rockola nos recibe con canciones norteñas, para ambientarnos por completo; pero había una sorpresa para todos nosotros: el grupo musical estaba a apunto de entrar en acción. Y pareciendo que estaba sincronizado con la cocina, conforme el primer platillo hizo presencia, el grupo inicio su "animadisima" actuación. Uno a uno, los platillos llegan, y una a una, las canciones suenan, los comensales se enchilan, ríen, tosen, y mas de uno se cura de la pisteada de la noche anterior. Las cámaras captan otro momento memorable, las poses, las sonrisas, los descuidados. Una carcajada por aquí y otra por allá al ver las fotos de la noche anterior, en fin, un buen desayuno-comida. Al fin pagamos, y dejamos su respectiva propinota a nuestro "sonriente" mesero, ese lugar ha tenido suficiente de nosotros por hoy.

   Los planes a seguir son confusos, unos querían ir al rió; pero estaría desierto a esa hora. Otros por una michelada (como si no tuvieran mucho alcohol en la sangre), y otros, lo que fuera estaba bien. Entonces, lo primero que se haría es ir a recoger nuestro cochinero de la fiesta anterior. No me pregunten por que nos tardamos los siglos en llegar (solo les diré que la orientación de nuestro compañero Alex, es en verdad mala); pero cuando legamos, ya habían recogido todo, rápidos los chamacos. Y de ahí, dedicamos otra media hora en averiguar a donde pudiéramos ir; mas risas, mas bromas, una que otra confesión acerca de los pepinos, y al final se resolvió con algo muy sencillo: iríamos por un raspado. Todos a los autos; pero esperen, algo pasa: el cotizado Juan querendón ha recibido una llamada, y nosotros tenemos que partir, así es, tenemos que dejar atrás este paradisíaco lugar, cede de lo que siempre sera recordado por la posteridad como el "Perlafest 2010". Nos cedamos con el antojo de un raspado, de una nieve, o de un frappe; pero nos quedamos mas con las ganas de seguir divirtiéndonos todos juntos. Estos tres chamacones tienen que partir, y sin perder mas tiempo, nos despedimos casi al borde de las lagrimas de todos, prometiendo que se tendría que repetir el viaje.

   Nuevamente el poderoso vocho entiende que el camino sera presuroso, y se prepara para quemar combustible en la carretera. Al pasar la caseta de cobro entendemos que atrás de nosotros no solo queda una pequeña ciudad sonorense, sino un lugar donde hemos sido recibidos y tratado mejor de lo que nos merecemos. Sabemos que tras esa caseta, por la calle 26, en un fraccionamiento llamado Villa colonial, habita una familia que nos ha abierto las puertas de su casa (muy a riesgo de que fuéramos una banda de criminales disfrazados para poder atestar un golpe... ok no), y que nos han hecho sentir muy a gusto. Gracias a todos los que hicieron posible este viaje, Gracias Perla, por habernos invitado a compartir contigo ese día, gracias a tus padres, por ser asi de chilos como son, gracias Nilza, por bailar y cantar conmigo, jaja. Gracias a Fedra, Cecy, Valery, Gustavo, Diego, y Nazario, por que en realidad estuvo de pocasmargaras todo el borlote (me tenia que aventar una frase naca). Gracias Alex, Juan y Emanuel, por que de tanta risa, hasta la mandíbula me dolía. En fin, gracias a todos, y esperemos que SL nos reciba pronto nuevamente, y podamos organizar tantas cosas que nos quedamos con ganas de hacer. 

Tan tan