31 de marzo de 2010

Ahora, Narremos!! parte 1

   Pues bien, ya que los alcoholes se han bajado, y el humo de los cigarros fumado disipado (claro, de aquellos que tomaron y fumaron), creo que es prudente platicar nuestra aventura del fin de semana pasado. Les recuerdo que es probable que mas de uno se sienta aludido a lo largo (o a lo corto) de esta narración; pero que quieren, esto es un blog, y para un blog no hay secretos (excepto los míos, claro).
   Todo empezó desde una semana antes del gran evento, la invitación formal se nos fue extendida por la cumpleañera, y las expectativas inmediatamente se dejaron ver:
   -Vas a ir?- - A webo! Tu?- -Pues nos vamos en mi vocho, pa' no gastar tanta gota-
   Y así fue como se planeó la salida a la ciudad de primera: San Luis (de primera, por que cuando metes segunda ya se acabó la ciudad, jaja, no podía evitar contarlo, disculpen). Por fin el día indicado, todo listo, llantas, frenos, limpiaparabrisas, y motor afinado, no puede faltar nada; mucho menos las Jello Shots, ya están listas en su hielerita. A ultima hora se une a la comitiva (formada por Alex y su servidor.. Monroy, por cierto) nuestro querido Juan querendón, así que ya somos tres machotes chavos en un machote vocho!! Sin ningún pendiente, emprendemos el camino para devorarnos los 50 Km que nos separan de San Luis (para no estar escribe y escribe el nombre completo, conformémonos con llamarlo SL, va?).
  Antes de continuar, quiero aclarar algo, la ida estaba planeada para ir, divertirnos, y regresarnos en la madrugada, ok? Grábense bien este dato; bueno, seguimos.
   Solo imaginen la escena, esta atardeciendo, a nuestras espaldas, el sol se despide lentamente de esta parte del planeta, y frente a nosotros, por encima de una carretera que fuga a lo lejos, una gama de atarderescos colores nos invitan a pisar el acelerador a fondo, y descubrir las maravillas que nos depara la ciudad sonorense. Y es con esta estampa con la que por fin llegamos a la caseta de cobro (como que aquí se borra la magia, no?), cuando por fin es nuestro turno, una empleada algo regordeta nos solicita la módica cantidad de 12 pesos, a decir verdad, no es una cifra muy exigente, teniendo en cuenta todo lo que vamos a vivir del otro lado de la caseta.
   Por fin podemos darle un respiro al motor de mi poderoso vocho, que por cierto, se ha portado estupendamente, aún cuando no le exigí mucho (hicimos el trayecto en poco menos de una hora), y entramos a la famosa avenida Obregón, y un catalogo de color, ritmos, y gente se nos presenta ante nuestros ojos, pero no nos podemos distraer, sabemos a donde vamos, y haremos lo que sea por llegar ahí. Por fin damos con la afamada calle 31, e inmediatamente hacemos la tan esperada llamada.
   -Perla? Ya estamos acá en la 31, tu donde estas.... ahhh, ok, ahorita que estemos por allá te marcamos... Que todavía esta en su casa, por la 26-
  Así que no queda de otra, y nos regresamos hasta estar cerca de donde nos ha dicho que vive.
   -Perla, otra vez yo, ya estamos aquí en la elktra, como llegamos? ...mñnmderecha... aja....bmbdizquierda, aja, a dos cuadras, ok!!-
   Y que creen? que nos perdimos. Un consejo, si quieren llegar a alguna dirección, no dejen que Alex tome las señas!!! Por fin pudimos salir de nuestra desorientada (creo que el aire puro de SL nos afectó). Pero para nuestra desgracia, primero preguntamos en una casa que no era, total, a fin de cuentas encontramos a la tan buscada cumpleaniera: Perla!! Haré un paréntesis, y con todo respeto diré que se miraba muy wapa, aunque sigo sin entender como le hizo para entrar en esos pantalones, en fin.
   Pese a nuestro retraso 9de tiempo), llegamos antes de que el borlote comenzara, así que hicimos una pequeña cata a las gelatinas que había preparado, huuuy, creo que en verdad me pasé de vodka! Pero no faltara quien se las coma.
   Cuando al fin llegamos al lugar que sera la cede de lo que mas adelante yo clasificaría como el PerlaFest '10, nos llevamos la sorpresa de que en verdad hemos llegado bastante temprano; pero es bueno, así tendremos chance de ambientarnos nosotros solos. Al cabo de un rato, hace su llegada la otra parte de la comitiva de Mxli: Nilza, Fedra, Valeria, Diego y Gustavo. Las muchachas (que por cierto también iban muy wapetonas)se abalanzan sobre la festejada, llenándola de abrazos y buenos deseos. Y tomamos lugar para esperar a que la cena llegue.
   En la rockola, la música suena estridente, preparando el ambiente ideal para pasarnos toda la noche bailando, cantando y riendo a todo lo que da; pero esa historia, tendrá que esperar para otro momento; pero no se preocupen, la siguiente parte estará llena de risas, burrada, mas risas y mas burradas, creo que valdrá la pena esperar.

0 comentarios: