22 de enero de 2010

Paz, Libertad y Muerte (Parte Final)

   El general se paseaba desesperado por la estancia de sus oficinas, en el cuartel general del escuadrón Alfa-14, era mas de media noche, y las instalaciones estaban vacías, su subalterno estaba a punto de llegar. Después de tres minutos, el mayor Redmond se cuadro ante el general en el arco de la puerta. -Señor- -Pase mayor, no tengo mucho tiempo, así que seré breve- La practicidad era uno de las muchas virtudes de las que se enorgullecía el general, y nunca perdía su valioso tiempo con rodeos.
   -Como sabrá, el consejo superior ha llevado un seguimiento minucioso del avance de mi hijo, y han descubierto que los resultados son impresionantes, y, francamente, si lo son- Como siempre, Redmond se sentía perdido al iniciar una charla con el General, así que hizo lo que siempre hacia, esperar.
  -Como era de esperarse, dieron su aprobación para convertir al joven Jhon en mi sucesor, cuando yo ya no este en disposición de ostentar mi cargo- Todo lo que el general le estaba diciendo era de dominio publico, realmente no esperaba que le dijera esto en una "reunión urgente y privada", a la cual le había convocado hacia escasos 15 minutos.
  -Pero lo realmente alarmante, es que una fuente (muy confiable, por cierto) me ha dicho que el consejo quiere poner a Jhon en el mando este año, destituyedome a mi- Eso si era una sorpresa, el general Albert McAnsse había sido una de las piedras angulares del Alfa-14, y lo mas importante, creador del Escuadrón Phantom, el mas secreto u letal grupo táctico especializado, le era imposible asimilar que el Consejo superior decidiera sustituirlo sin mas, y mucho menos por un inexperto, aunque asombrosamente habilidoso, joven!.
  -Señor, eso debe de ser un error, tal ves su contacto escuchó mal-
Sabia que eso era muy poco probable, McAnsse no elegía a sus contactos al asar, y menos para espiar ni mas ni menos que la junta del Consejo Superior, la máxima autoridad militar de la Alianza Superior.
   -Deje de cuestionar mis contactos, y remítase a cumplir las ordenes que le serán asignadas. Como recordara, le hemos seguido la pista a Semm Lenahh hace mas de un año, y por fin sabemos donde se encuentra-
No hacia falta que el General pusiera al corriente a Redmond de dicha investigación. Uno de sus hombres era el encargado de hacerla.
  -Pues bien oficial, creo que es el momento de caer sobre El León,  y sera Jhon el encargado de esta difícil misión-

   De pie ante el temido Semm Lenahh, Jhon no daba crédito a lo que ocurría. Afuera se había deseado un caos, el sonido de un helicóptero, el inconfundible sonido de su helicóptero, se había intensificado sobre el edificio, y unos segundos después, el rumor de las aspas se alejaba hasta dejarse de escuchar.
  -Tu equipo te ha abandonado, que no te sorprenda, es lo mas que se puede esperar de la AS.- Semm permanecía con los brazos en alto, pero la sorpresa de su cara ya no estaba.
   -Silencio. Mis Ordenes son matarte, no me obligues a apresurarme!- Pero Jhon sabia que no podía acabar con la vida del rebelde, si en verdad lo habían abandonado, el seria su única esperanza de salir con vida de ahí. 'No, no me pudieron haber abandonado!"
   -Escucha, mi gente se dirige hacia aca en este momento, es cuestión de minutos que lleguen, no me hagas daño y me encargare de que te dejen ir; pero, si lo piensas bien, A donde podrías ir? tu equipo te ha abandonado.
    -Silencio!- Jhon sabia que lo que El León decía era verdad, no podía hacer nada, estaba a su merced; pero no había sido entrenado para ser manipulado por un líder de tercer mundo. -Escucha, vas a tomar la radio y les dirás a tus hombres que no se acerquen, de lo contrario seras hombre muerto- Jhon sabia que devia ganar tiempo.

   Fuera de la habitación, distribuidos estratégicamente y escondidos a la vista, se encontraban 7 detonadores de C4, un explosivo plástico. Suficientes para echar abajo todo el complejo. Y en cada detonador, un cronometro llevaba una cuenta regresiva:  4:09. 

  -Toma el radio y dile a tus hombres que no se acerquen!- La desesperación del momento había cesado, y ahora Jhon empezaba a pensar con la claridad y frialdad que le habían enseñado. "Si consigo salir del edificio, y llegar al alcantarillado, seré libre" Lógicamente, una vez fuera, cumpliría con el objetivo de la misión.
   -Escucha Jhon, se quien eres, el hijo del gran general McAnsse- En la cara de Jhon se formo una mueca de asombro, como era posible que este pelafustan estuviera al tanto de eso? -Antes que lo preguntes, déjame explicarte, ustedes poseen una gran ventaja, espionaje tecnológico, ni en sueños estaríamos al alcance de su tecnología; pero se olvidaron de algo mucho más importante: el factor humano. Gracias al cielo, no todos en la AS piensan como tu padre. Algunos esperan lograr la paz, por medio de la vía pacifica, y ven la guerra como lo que es, un medio aberrante para obtener poder.-
"De que esta hablando este hijo de..."
   Y nosotros hemos logrado contactar con algunas de esas personas, para nuestro asombro, una de ellas fue la que nos contactó a nosotros: El señor Leminn.
-Que?!- Jhon no podía creer lo que escuchaba.

  William Andree Leminn, mejor conocido por todos como el Senor Leminn, era el único civil dentro del Consejo Supremo. Llegó a esa posición después de demostrar ser un sabio consejero, prudente, y sobre todo, discreto. Se había hecho de la confianza del General McAnsse, y este le consultaba muy seguido, a pesar de que la mayoría de las ocasiones, terminaban en una acalorada, pero pacifica discusión, el General consideraba débil la opinión pacifista de Leminn. A Jhon le costaba trabajo creer que un hombre de la talla y el poder de Leminn hubiera contactado a los rebeldes, más aún sabiendo lo sanguinarios y despiadados que eran.

   -Escucha Jhon, Leminn nos ha tenido informados de lo que pasa en la AS, aunque debo admitir que esta misión no la teníamos contemplada. También nos ha dicho que tu padre seria destituido del cargo, y en su lugar te pondrían a ti. Una mente joven que trajera una esperanza a la perdida AS.-
   -Guarda silencio y da la orden que te di por el radio, Ahora!-
   -Tienes que escucharme Jhon, el General no es quien te han enseñado, ese hombre ha ordenado la muerte de cientos de miles de civiles, y ha enseñado eso a sus soldados, tu mismo has sido testigo, afuera de estas puertas están dos cadáveres como prueba- Cuando Jhon interrumpió en el recinto, Semm estaba de frente a la puerta, y por un momento pudo observar a los dos cuerpos inanimados que yacían en el pasillo, sobre un charco de sangre carmesí. Al mencionar al chico y su madre, Semm notó como se estremecía el cuerpo del soldado. Había tocado una hebra sensible.

   Los guerrilleros de la Fuerza rebelde, entraron en el edificio, e inspeccionaron cada habitación. De pronto, uno de ellos llamó al jefe de seguridad, habían encontrado 7 explosivos con C4 ingeniosamente escondidos en las columnas. El cronometro de los detonadores seguía su cuenta regresiva. 2:59

   -Jhon, hay gente en la AS, gente con mucho poder que desea terminar esta guerra, y tiene mas de un año negociando con nosotros. Están cansados de derramar sangre inocente. Recuerdas cuando fue el ultimo ataque rebelde?- "fue hace... más de un año" La perplejidad era visible en el rostro del pequeño general. -Asi es Jhon, fue antes de que nos contactara Leminn, desde entonces nosotros tenemos una tregua para mostrar nuestra disposición, y Leminn había logrado que la AS no atacara. El único que no estaba de acuerdo con todo esto, era el General. Por eso te mandó a ti a matarme, en una misión suicida. No lo entiendes?- "No, no puede ser" Sin embargo, todo lo que decía el rebelde encajaba a la perfección, la falta de muestras de cariño de su padre, los secretos, y el que lo dejara abandonado su equipo, todo. Pero Jhon se resistía a creer, la lucha que se había desatado en su interior al ver morir al niño, tomaba mas fuerza con las palabras del rebelde, si todo lo que decía era cierto, su padre no había estado defendiendo a la AS, sino sus propios intereses. Entonces recordó las insistentes palabras de su madre, ella siempre lo había amado, y le suplicaba que no se convirtiera en el asesino que era su padre. "Tu no sabes quien es el, es capaz de cualquier cosa por la AS, no caigas en lo mismo, por el amor de Dios". Jhon no podía desconfiar de su propia madre. Poco a poco se iba desmoronando el ímpetu del joven soldado, y sin darse cuenta, el brazo que sostenía el arma apuntando hacia Semm, había descendido casi por completo, su mundo se desmoronó por completo.

   Los 4 rebeldes que conocían los detonadores ya habían logrado desactivar la mayoría de ellos, solo quedaban dos, pero el reloj seguía contando hacia atrás, solo tenían un minuto con veinte segundos para desactivarlos.

   Semm había bajado los brazos y se encontraba de pie ante el gran escritorio de caoba del despacho. Frente a el, el hijo del General se batía en una lucha interna por lo que acababa de escuchar. -Escucha Jhon, podemos aclarar todo esto, pero si me matas, no tendrás oportunidad alguna.
   -Señor, Ajheb reportándose, hemos encontrado 7 detonadores con C4, 6 han sido desactivados, el perímetro esta asegurado, se encuentra bien usted? un grupo se dirige hacia allá. Cambio-
Jhon volvió a apuntar el arma hacia el líder rebelde -Dígales que no vengan, hágalo ahora- -Está bien Jhon, pero tranquilízate, Ajheb, Habla Lenahh, todo está en orden, no dejes que tus hombres se acerquen al despacho, entendido- La orden parecía haber tomado por sorpresa al jefe de seguridad -Señor, esta usted seguro?-  -Dije que nadie venga!- y Semm dejó el radio en el escritorio nuevamente. -Listo Jhon, nadie nos molestara, ahora, por favor, baja el arma.
   -Yo soy quien da las ordenes!- "Por que no desactivaron los detonadores?" Jhon se resistía a aceptar lo obvio, todo había sido una emboscada. Al parecer Semm tenia razón, con esta misión el General mataba dos pájaros de un tiro, eliminaba a la resistencia, y a su sucesor, dándole vía total al dominio de la guerra.
  -Nosotros podemos lograr un cambio, no lo entiendes, eso mismo ha visto Leminn, yo estoy a cargo de las naciones rebeldes, y tu eres el sucesor del mando del ejercito Superior, si trabajamos juntos, podemos lograr la paz sin derramar mas sangre!- Jhon sabia que era cierto, incluso intuía que el joven líder hablaba con honestidad, pero su entrenamiento le recordaba que no podía confiar en el. Pero su entrenamiento también decía que nunca se abandona a un hombre en el campo de batalla, Cierto?
   -Escucha, si te mantengo con vida, es por que no puedo salir de aqui. Si todo lo que dices es cierto, una vez libre lo comprobaremos, pero por ahora eres mi rehén, le dirás tus hombres que me consigan comunicación con el escuadrón Alfa-14-
   -Y que harás? preguntarle a tu padre si te quería matar? Si todo esto era una emboscada? En verdad crees que te dirá la verdad? Escúchame, en cuanto se entere de que estas vivo, enviara a todo el Alfa-14 a deshacerse de ti. Nuestras comunicaciones no son seguras, están intervenidas, acaso crees que no lo sabemos? No hay manera de que contactes ahora con Leminn, confía en mi. Debes de ir directamente al Consejo Superior para ser nombrado General. Nosotros te podemos ayudar. "Diablos! Odio que este tipo tenga razón!" Pero así era, Todo lo que Semm decía era coherente. Y ek recuerdo de su madre se hacia cada vez mas fuerte, sus palabras hacían eco en la conciencia del chico.

   -Señor, este detonador es diferente, tiene un transmisor integrado, si no hacemos lo que se debe a la primera, sabrán que estamos intentando desactivarlo, y lo detonarán-  Ajheb sabia lo que eso implicaba, no podía poner en riesgo la vida de Lenahh,; pero no había otra cosa hacer y el contador seguía. - Haga lo que tenga que hacer!- 0:55

   Jhon no terminaba de creer la decisión que estaba tomando. Dejando a un lado la chirriante sensación de sentir que estaba haciendo lo contrario a lo que debía de hacer, las palabras de El León eran del todo ciertas, y concordaban con la descripción que Alice le había dado siempre de su padre. -Escucha, confiaré en ti, me ayudaras a salir de aquí, e iremos directamente con Leminn, de acuerdo?Semm supo que había logrado convencer a Jhon. -De acuerdo, diré por el radio que nos despejen el camino- Pero antes de que lo pudiera tomar, el radio emitió un característico sonido, y la voz de Ajheb se escuchó. -Señor, es mejor que se ponga a salvo, el ultimo detonador tenia un cable trampa, no lo hemos podido desactivar, código A-7- Los dos sujetos se miraron apenas por un segundo, y Jhon dio media vuelta para buscar un refugio, en ese momento, una detonación ensordecedora se escuchó, tuvo la sensación de ingravidez por un segundo, y después cayó dolorosamente al suelo, se colocó en posición fetal, esperando que la onda de destrucción alcanzara el lugar; pero nada pasó. Un leve hormigueo le recorrió la espina dorsal, y una sensación de tibieza le inundó la espalda y el pecho, al voltear hacia el, se dio cuenta que había un profuso aujero en su traje del EP, y de el, manaba un espeso liquido rojo.

   Cuando el guerrillero logró desactivar el ultimo detonador, Ajheb dio un aliviado suspiro, solo quedaba avisar a su jefe; pero por la orden que éste le dió unos momentos antes, el jefe de seguridad se había dado cuenta de que Lenahh no estaba dolo, y, quien quiera que se encontrara con el, parecía estarlo amenazando. Asi que advirtió que el detonador no había sido desactivado, esperando crear una distracción para el sujeto que tenia amagado a su líder. Al final de la advertencia agregó el código A-7, parte de una gran lista creada por El León, este código lo utilizaban para indicar que la situación era contraria a la informada. Cuando Jhon se giro para buscar un resguardo, Semm vio la oportunidad y tomó un viejo revolver Magnum .357, y sin más, disparó a la espalda del soldado. La bala penetró justo a un lado de la columna, y una vez dentro, la punta ahuecada del proyectil se dispersó, destrozando el pulmón derecho, y dejando en el pecho del joven un gran agujero.
 
   Cuando Semm se acercó a el, Jhon apenas si estaba cociente, el dolor en la espalda y pecho era intolerable, y apenas si podía respirar, sabia que no le quedaba mucho tiempo de vida. -Me sorprende que en realidad hayas decidido confiar en mi, y de hecho, me alaga. Para que quede en el registro, todo lo que te dije es verdad, excepto claro, el que tu padre fuese a ser destituido. Leminn se encargó de que se lo tragara, hacia un doble espionaje, mientras nos mantenía informados a nosotros, le hacia parecer al General que era el único en quien podía confiar. Y cuando éste se entero de la supuesta sustitución.. bueno, sabes la historia. Por cierto, nuestro intento de trabajar juntos por la paz, olvídalo quieres?- Y dejando al agonizante soldado, se dirigió a grandes zancadas hacia la central de control.

  Mientras Jhon moría, el General se encontraba en su despacho privado, seguro de que la misión habia sido un éxito, como se lo había informado Redmond. -General, su hijo y Semm Lenahh han sido dejados en el palacio gubernamental, las cargas de explosivos detonaran en menos de 7 minutos- Quería a su hijo; pero la seguridad de la AS era prioridad, no podía dejar que un joven inexperto tomara el control del ejercito. El sonido de su radio-comunicador lo despertó de sus pensamientos.
   -General? Tenemos un problema, los explosivos no han detonado, repito los...- La comunicación se cortó, igual que la luz del despacho. Albert, conocedor de como operaban los equipos especiales, supo de inmediato lo que ocurría. dos segundos mas tarde, por las ventanas y puertas entraban hombres armados, y al detectar su blanco, abrieron fuego, asesinando de forma instantánea al General.

   30 Horas después del asesinato de Albert McAnsse,  La AS hacia entrega de su ejercito a la Fuerza de Resistencia, y el mundo se sumía en la Dictadura mas sangrienta, brutal y devastadora conocida por el hombre.

Fin 

0 comentarios: