La ausencia de un amor

El siguiente texto, fue realizado por el autor en una etapa algo difícil de su vida amorosa, denota el sentimiento de vacío y desasosiego que experimentaba, todo pasa por una razón, todo conduce al hoy.
Se despertó con los primeros rayos de sol que se filtraban a través de la ventana y sus ojos volvieron a buscar a su amada al otro lado de la cama, sin recordar que ella nunca había estado ahí, que nunca había amanecido a su lado. Se levanto con una opresión en el corazón, sabiendo que ese día tampoco podría decirle lo que sentía por ella, sabiendo que ese día tampoco ella podría decirle si lo amaba o lo habia olvidado; camino hacia la cocina y bebiendo un vaso de agua, rogó por que el dolor y la desesperación se fueran junto con el liquido, pero no funciono, seguían ahí, adheridos a su alma y mente.

En medio de un sopor y un silencio insoportables se vistió para ir al mismo trabajo de todos los días, desayuno como siempre lo hacia: solo, nostálgico, deseoso de que esa fuera la última vez que lo hiciera así. Saliendo a la calle, vio que por ella transitaban ya algunas personas; pero para el, la calle estaba desierta y sin vida, levantando sus ojos al cielo ve el mismo sol opaco y lúgubre que hacia un mes miraba, dirigió su humanidad dolida y solitaria a tomar el tranvía, acompañado de recuerdos alegres pero dolorosos, recuerdos que evidenciaban el vacío que ella habia dejado con su partida; la miraba en cada cosa, la olía en cada rosa, la escuchaba en cada canción, cada recuerdo laceraba mas y mas su corazón.
Después de un día tedioso de trabajo, mientras caminaba cabizbajo de regreso a su casa, eleva la mirada y contemplando el cielo ubica aquella estrella que le regalo a su amor mucho tiempo atrás, una sonrisa nostálgica se dibuja en su rostro, y una lagrima besa su mejilla tratando de consolar su tristeza. En ese momento, como una ráfaga de lucidez que lo despierta de un sueño ajeno, una corazonada difícil de explicar le revela que un corazón enamorado y palpitante se sentirá solo y dolido ante la ausencia de su amor, a su mente viene una fotografía en su cartera, la saca y comienza a leer el reverso - “Para cuando no este. Consérvala, te amo”- esas palabras impresas, parecieron ser susurradas a su oído acompañadas de la imagen de su amada, temía voltear y no verla ahí, pero lo hizo, y el asombro le inundó al notar que, aunque en realidad no habia nadie ahí, el sentimiento de soledad que apresaba su ser, fue desplazado por una luz de esperanza.

Las lágrimas brotan de sus ojos, pero en esta ocasión de un profundo agradecimiento a Dios por la vida de esa persona tan especial, su rostro se ilumina y su mente se despeja ante la certidumbre de que nunca ha estado solo.

Nuevamente dirige sus pasos a su hogar, y al llegar al frente de su casa se sienta en las escaleras como esperando el regreso de su amor, y una frase, una sola frase escapa de sus labios… Te Amo.