27 de septiembre de 2009

Carta de un corazón


Tengo mas de cuatro meses observándote diariamente, desde el momento en que despiertas, y con paso tambaleante y el sueño aun adherido a tu piel, te diriges al baño, a lavar tu rostro y refrescar tu mente; he visto tu mirada al espejo, descubriendo con sorpresa unos ojos que buscan a quien amar, he visto tus manos titubeantes, que desean sentir el suave roce de unas manos angelicales. He visto como tus labios se esfuerzan en vano a decir la frase mas trillada en la historia de humanidad, pero la mas hermosa cuando se dice sinceramente.
Te he visto mirar el asiento vacío de tu auto, y preguntarte cuando tendrás ese copiloto que te acompañara en todo tu viaje por la vida. He visto como se te ha escapado más de una lágrima al ver a una pareja reír, abrasarse, o simplemente darse la mano. He sufrido contigo en esos momentos en que sientes no tener a nadie que te comprenda. He extrañado a tu lado el abrazo tranquilizador de la persona que te hace sentir amado. Mencione contigo su nombre entre sueños, haciendo lo posible por calmar tus brazos, que buscaban desesperadamente su cuerpo inexistente.
Te he visto agachar tu mirada, esconderla del tumulto de gente que te rodea, para que no vean la tristeza que hay en tus ojos, en tu alma.
Te vi llorar, te vi sufrir, te vi desgastarte preguntando por que, y me dolió verlo, me dolió sentirlo, me dolió sufrirlo.
Pero hoy, hoy es diferente; al levantarte ya no miro ese rostro desesperanzado, no miro esos ojos sorprendidos, no miro esas manos titubeantes. Hoy tus labios pronuncian las palabras mas hermosas del mundo con firmeza, con amor, con ternura, con confianza.
Te he visto levantarte de entre los escombros, tomar fuerzas de donde no las había, levantar tus ojos y mirar a lo alto, feliz por lo que tienes, y esperanzado por lo que viene. Te he visto esbozar una gran sonrisa e iluminar tus ojos al pensar en la hermosa locura de enamorarse de alguien que aun ni conoces. Te he visto pedir que esa persona este pidiendo por ti, como tu lo haces por ella; intimar sin conocerse, sabiendo que el día que la veas, sabrás que es ella, y nadie mas.
En hora buena, has comprendido que la felicidad no esta en lo pasado, esta delante de ti, todo lo que alcanzan a ver tus ojos, ese horizonte lleno de posibilidades es tuyo, y decidiste tomarlo!
Y me alegro de haber visto todo eso, de haberlo sentido; y de saber que no cambiarías nada de lo vivido, lo bueno y lo malo, por que con ello aprendiste.
Pero mas que alegrarme, te lo agradezco, por que no dejaste que me marchitara, que me secara, que me amargara, gracias
Atentamente: Tu corazón.

1 comentarios:

anahi dijo...

aaayy!! el amor jaja ;$$

me encanta loqe escribes
&& estee me encanto mas qe los otros qe tmb me encantaron :$$

con este me identificoo qee
bonitoo